miércoles, 3 de febrero de 2010

"Konec" de Artavazd Pelechian (1992)




Pelechian es un pintor viajando de incógnito en un tren. "Konec" (Fin), es el retrato de un viaje a partir de la polaridad entra la luz y la sombra. Usando el blanco y negro ya en 1992, Pelechian realiza un ejercicio estético en el que los pasajeros, el tren, el paisaje y hasta los flairs del lente son brochazos de luz que crean contraste, recreando la sensación de viajar en un tren. La cámara, a diferencia de en "Las Estaciones", hace una labor de disfraz más que de familiarización. Hay un voyeurista que usa telefotos y saca de foco los bordes de las ventanas o puertas al retratar a un personaje. Así, lo capta espontáneo y desprevenido, pero no en una situación incómoda como una candid camera, sino en la cotidianeidad de la espera. Es por eso que la cámara de Pelechian es adecuada. Y el juego entre el negro y el blanco, que aproxima la noción de dinamismo, es muy bello.




Además, en términos de discurso Pelechian nos está diciendo que estas personas de ciudad, muy diferentes a la gente de "Las Estaciones", no necesariamente estarían cómodas bajo la vista de una cámara cercana o posiblemente no aceptarían el acercamiento. La referencia de aquellos individuos del campo, que asimilaron la cámara como uno más de ellos y la recibieron naturalmente es importante.



El corto tiene la estructura de un viaje que continuamente discurre entre la sombra y la luz. Se pueden tomar interpretaciones metafóricas... y justo cuando Pelechian nos deja varios segundos en la oscuridad de un túnel, acostumbrándonos a los sonidos en loop del tren, se hace la luz al final del camino. La esperanza, tal vez, para este viaje en tren en el que los armenios llevan ya tiempo.





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